Tú, en otro tiempo maestro de ceremonias, anfitrión de orgías, albergue de desposeídos y fugitivos, maestro de heterodoxos, visitante de presidiarios, fundador de sectas, protagonista de veladas inolvidables ya olvidadas, defensor de impresentables, comprensivo de marginados, masturbador de vírgenes involuntarias, inventor del humorarte, heredero de griegos, gringos y dadaístas, buceador de almas atormentadas, buscador de tesoros en la tierra desértica de la incomprensión, desesperado en mil mares de cerveza, sediento de todas las músicas…

No sabías cómo habías entrado allí... por eso no podías salir.

Hoy te encuentras solo, voluntariamente exiliado en el centro de una noche asediada por mil alimañas que gritan su impotencia alrededor: es el silencio de los sonidos, la Naturaleza y sus mil metamorfosis en la imaginación del extraño en un paisaje nuevo.

Mira alrededor, busca la literatura: no existe.