Celedonio

 

Capitán Hipertrachuelo

 Tashkent

´92

239

 
             

Fugaz: un destello de lucidez en medio del infierno que es la oscuridad de un mundo sin colores. De Celedonio Capitán Hipertrachuelo sólo recuerdo su apodo y vagamente su rostro travieso… un fugaz fin de semana que estuvo de visita en Samarcanda. Procedía del grupo de Tashkent de Nini Resús y venía cargado por tanto de ese mismo carácter de excepcionalidad cotidiana… tan querido para ellos.

Como si Celedonio Capitán Hipertrachuelo formara parte de un universo excepcional que compartían a diario, pero una sociedad envidiosa y deleznable se negaba a reconocer. Lo cierto es que Celedonio Capitán Hipertrachuelo dibujaba muy bien, era un diestro ilustrador con grandes ideas. No conservo ninguna muestra, pero recuerdo y reconozco su valía.

Su fin de semana en Samarcanda: copas, charlas para arreglar el mundo y ponerse medallas. A eso se redujo todo. No es que fuera un fiasco, sino la promesa de algo grande que nunca llegó. Al menos, no como proyecto conjunto. Se quedó, como ocurrió tantas otras veces con tantas otras cosas, en planificaciones de bareto: pero no pasó de eso.

Si hubiéramos llegado a hacer algo, habría sido lo suficientemente bueno como para pasar a memorable. Estoy seguro de ello. Pero Celedonio Capitán Hipertrachuelo representa esa figura que tantas veces nos encontramos: mucha potencia y ningún acto. Como en Esopo, del parto de los montes nació un ridículo ratón[1].



[1]Parturiunt montes, nascetur ridiculus mus.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
Todavía no tienes una cuenta? Regístrate ahora!

Entra a tu cuenta