Claudia

Ref.

Paco Huevo Duro

 

Samarcanda

´88

´98

265

 

 

Cuando conocí a Claudia Ref. Paco Huevo Duro, ella se encontraba en su esplendor físico… y mi intelecto quedó seducido por la cercanía de esa belleza. Era la novia de Paco Huevo Duro, por lo que puede presumirse que se movía en el mismo espectro de vacuidad existencial. De ahí que Claudia Ref. Paco Huevo Duro y yo no llegáramos a conectar nunca… salvo en ciertas aspiraciones intelectuales de ella, que pretendía hacer compatibles con su vocación por el “corte y confección” del que malvivía.

Su domicilio era un piso que compartía con su hermano homosexual, así que ya tenemos una idea aproximada de su cotidianidad. A mí me habría gustado que Claudia Ref. Paco Huevo Duro estuviera en otra dimensión, pero no era posible: era tan buena persona… como simple, intelectualmente hablando. A pesar de todo tuvimos momentos de cercanía o conexión: más allá de anécdotas como una sesión sexual entre ella y Paco Huevo Duro sabiéndome cercano en su local… o una intuición errónea de Claudia Ref. Paco Huevo Duro sobre mis aventuras amorosas.

Tomando como referencia un vaticinio de futuro que le hiciera una pitonisa, que me contó en cierta ocasión Claudia Ref. Paco Huevo Duro: nació uno de mis cuentos… finalmente éste resultó ser una crónica aproximadamente realista.

A Claudia Ref. Paco Huevo Duro la vi por última vez en La Tapadera el año ’98: sin dentadura y con hijos, lejos de lo que en su día había sido la musa imposible que (por utópica) encarnó para mí deseos no consumados. Sólo conservaba el cuerpo, pero maltrecho.

Fue devorada por aspiraciones de fama… lo que podría llamarse “la movida pueblerina”, una mentalidad contagiada del éxito ajeno, de la mitología contemporánea: un éxito que en realidad sólo fue un espejismo. Una sombra. La superficialidad que se cree intelectual. Se llevó por delante tanta gente ingenua…

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
Todavía no tienes una cuenta? Regístrate ahora!

Entra a tu cuenta