Facundo

 

Plátanos

 

´87

´90

326

             

 

Cuando empezó a trabajar parecía inofensivo. Un simple relevo en el manejo de la cerveza tras la barra del Plátanos. Un chaval del que pronto nos haríamos amigos.

En realidad no era así. Facundo Plátanos fue la cuña que el Torcido había planificado para conseguir un cambio de ambiente en el local. Ese tipo de cosas que forman parte de la evolución natural de los acontecimientos, pero parece que nunca van a llegar. Hasta que suceden.

Supongo que los habituales no dejábamos suficiente dinero o ya se habían aburrido tanto de nosotros que el Torcido había decidido cambiar de ambiente el bar.

Facundo Plátanos empezó a poner canciones de los Hombres G[1] entre la música que nos gustaba[2]. Las horteradas fueron ganando terreno con el paso del tiempo, hasta que desplazaron a El último de la fila. Uno de nuestros grupos favoritos, que acabó desapareciendo del repertorio del Plátanos. Junto con los tangos eran el alma del local. Por supuesto, éstos también se esfumaron.

Dejé de ir, claro. Como no podía ser de otra manera, me di implícitamente por echado. Desterrado del Plátanos. Igual que yo mucha otra gente… Facundo Plátanos no había hecho ni caso a mis requerimientos ninguna noche. Supongo que le parecían tan patéticos que ni los contestaba.

Tenía una hermana: Francine Ref. Facundo Plátanos. Fue una especie de daño colateral de todo aquello… Como una riada, se llevó por delante a Manuel Alejandro RAPHAEL. El aluvión arrastrado por Facundo Plátanos se instaló definitivamente en el panorama. Ya casada, aquella parejita se asentó en un pueblo de la periferia maracandesa, tan sagrado como cualquier blasfemia.



[1]Ellos querían ser Hombres G por lo del punto g, seguro… pero sólo llegaron a la G de gilipollas.

[2] Al principio poco, pero paulatinamente fue una cantidad in crescendo.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
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