Isa

+ Novio

Sherobod + ?

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Isa era una chica de Sherobod: morena, guapetona, simpática y pequeñita. Pero nada más, lamentablemente ahí terminaba el listado de virtudes de Isa.

De natural risueño, el trato inmediato con ella parecía prometer otras características más interesantes en su personalidad… pero éstas nunca llegaban; simplemente porque no existían. Por este motivo Isa se afanaba en miradas pretendidamente seductoras que desviaran la atención del interlocutor. Para que el pensamiento de éste se redujese[1] al fangal incontestable del ritual del macho. Que se consumiera el intelecto de éste pensando en la posibilidad más o menos remota de follarse a Isa significaba ya de por sí su victoria en aquel terreno de juego[2].

Creo que Isa estudiaba Derecho. En esa renombrada y famosa huida de la Universidad de Sherobod, cuyos alumnos eran sistemáticamente rechazados en todas partes debido a la baja calidad de sus enseñanzas. Ése había sido el motivo de que Isa se estableciera en Samarcanda y por eso[3] acabó entrando en mi círculo de conocidos.

Era agradable hablar con Isa. Pero enseguida resultaba tedioso y vacuo. No sabía salir de los círculos de influencia que habitaban su cabeza[4]. Cuando coincidíamos por la calle o en los bares, siempre daba la impresión de que podía empezar a pasar algo en cualquier momento… Pero sólo era agua de borrajas. Únicamente pasaba el tiempo, en apariencia sin mayores consecuencias.

 

NOVIO

Poco después la vida de Isa cambió de repente: conoció a un chico y se hicieron pareja. Él era pincha-discos en el Antiguo, lo que a Isa le abrió la cabina y las puertas del bar de par en par. No sé si Isa continuó estudiando o dejó la carrera, pero su vida dio un giro radical. A Isa le había salido un apéndice antropomorfo con los ojillos pequeños.

Él[5] tenía ese don que poseen algunas personas de prestar mucha atención al interlocutor. Cuando hablabas con él, parecía que realmente te escuchaba y te seguía… Pero en cuanto abría la boca, te dabas cuenta de que había sido incapaz de procesar la información.

Por eso resultaba digno de lástima[6]… por contagio Isa abundaba también en su faceta de descerebrada. Sin más eran la típica pareja que está en la higuera… Pero les habría gustado otro horizonte. Al estar en el Antiguo entraron en contacto con Dámaso Antiguo y su espacio cultural La Gallina. Para Isa y su súper-novio eso significó una auténtica revolución intelectual.

De repente descubrieron que a su alrededor había un mundo cultural del que hasta entonces no habían tenido noticias… Siempre les había sido completamente ajeno. Un mundo de contracultura, de culturas alternativas… Intuyeron o se percataron de lo atractivo que era. En ese momento fueron conscientes de cómo ellos dos habían perdido tantos años en la tontería adolescente, elevada a juventud pretendidamente perpetua[7].

Ambos quisieron ponerse al día ¡como si eso fuera posible de la noche a la mañana! No quisieron saber que con el conocimiento y el arte ocurre lo mismo que con los orgasmos. Se tienen o no, pero una vez pasado su momento no pueden recuperarse. Igual que el sueño.

En una de ésas, por ejemplo, se interesaron por el cine. Más concretamente por Carlos Saura. Me pidieron Cría cuervos y se la dejé… uno de esos préstamos para siempre, a fondo perdido. Imagino que no me la devolvieron para no tener que reconocer que no la habían entendido.

Charlé alguna noche con ellos en el Antiguo, sobre cine y arte. Parecía como si de verdad entendieran… o quisieran aprender. Incapaces de resignarse a un rincón al que ellos mismos se habían condenado voluntaria y previamente durante años. Se engañaban creyendo pertenecer a ese otro mundo, tangencial para ellos.

Isa con su risa limpia, tan frágil como vacía… En algún mundo posible el complemento perfecto para aquel chaval de ojillos ávidos. Ella buscaba algo que no se deja atrapar por la lujuria… quizás era la fractura de una vida tan alegre como cristalina.




[1] O se viese reducido.

[2] Que dominaba por márketing y por definición.

[3] Ambos teníamos como amiga común a Vicky la Loca.

[4] Una especie de nefasta protección que suele afectar a la mayoría de los mortales.

[5] No recuerdo su nombre, en serio: no hay mala intención por mi parte.

[6] Hacía cuanto podía, pero el pobre no llegaba.

[7] Anclados en Peter Pan.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
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