Macarena Ref. Jesús Rocker era el paradigma de chica simpática para los conocidos, pero fría y distante para los desconocidos. Se ponía el disfraz de ajena e insensible, con el fin de permanecer impertérrita por muy fea que se pusiera la situación.

En el fondo era una táctica defensiva, porque en esencia Macarena Ref. Jesús Rocker resultaba de trato agradable. Aunque muchas veces fuera simplemente para pasar el rato. Insustancialmente, con el solo objetivo de ver cómo iba pasando la vida por las cosas y las personas: el tiempo alrededor como espectáculo.

Gracias a su pericia sirviendo copas Macarena Ref. Jesús Rocker había conseguido convertirse en camarera y con ello salir de su pueblo, dar el salto hasta la ciudad. Quizás por eso no soportase a los pueblerinos, porque le recordaban su pasado.

Una noche, allá por el ’87, quiso el azar que tuviéramos que compartir cama en el ático legendario que era la casa de Jesús Manuel LAGO. En el momento de acostarnos, Macarena Ref. Jesús Rocker me reconvino: “–No te pases”. No lo hice, respeté su espacio. Puede que con eso la defraudara, porque en el momento de ir a dormir me había enseñado impunemente un par de tetas francamente envidiables. “¡Quién las tuviera!” –pensé. “Pero no puestas, sino al alcance de la mano”. Es probable que sólo se tratara de su afán exhibicionista[1] o una travesura encaminada a poner a prueba mi hombría… No lo supe jamás, la noche terminó como había empezado: cada uno en su sitio.

Cada vez que me he encontrado en situaciones similares, me ha invadido una sensación dual. Por un lado, contento de mi autocontrol y ser capaz de respetar mi palabra. Pero por otro, con la indescriptible sensación de no haber sabido aprovechar una oportunidad. Supongo que en esos casos se nota un macho y su denominación de origen: la que yo nunca he tenido.

Con el paso de los años me convertí en alguien que a Macarena Ref. Jesús Rocker le presentó a quien sería durante mucho tiempo su pareja: Jesús Rocker, también del gremio hostelero. Quiso la casualidad que les hiciera las presentaciones una noche en el Harpo y después todo fue rodado. Encajaron durante muchos años, aunque finalmente la pareja se rompiera. Mientras tanto, Macarena Ref. Jesús Rocker era una de las paradas en la ruta amiguetes[2] buscando caras de conocid@s que invitaban a copas. La época de Macarena Ref. Jesús Rocker en El Asuka fue proverbial.

Macarena Ref. Jesús Rocker era una chica con carácter y aspiraciones, digna de mejor suerte. Su cerebro lo intentaba. Se exprimía para salir de aquel hoyo, asunto en el que la ayudé pasándole trabajos al ordenador y esas cosas. Ignoro si finalmente pudo superar esa etapa en la que Samarcanda se comía su vida sin piedad. Quizás saliera a flote y respirase por fin al aire libre.