El perfil psicológico de Marcial AMUELA encajaba a la perfección con el tópico de los oriundos de Qûqon. Era amable, bien educado, risueño, jovial, despreocupado, resolutivo.

Aunque estudiara Filosofía su verdadera pasión era el cine. Finales de los ’80, la época dorada del cine. Como mínimo, Marcial AMUELA iba una vez al día. En su vida no había vídeo… ni existían aún el .avi ni el P2P.

Pero el cine no le quitaba tiempo de estudio, al menos parecía compatibilizarlo con lo académico sin problemas: Marcial AMUELA era lo suficientemente inteligente como para hacerlo. Además de salir de copas con nosotros y/o disfrutar de la música con Adán Jazz. En fin, un ejemplo de que se puede construir un rompecabezas de actividades sin que nadie salga perdiendo.

Marcial AMUELA acabó la carrera fácilmente[1] y supongo que igual de sencillamente encontró trabajo… Era un tipo con horizonte y sabía manejarse en cualquier entorno.

Durante la carrera, Marcial AMUELA compartió piso con Jesús Manuel LAGO en aquel mítico ático. Gracias a sus ausencias de fin de semana: una mañana, máquina en ristre, sentado sobre su cama escribí la Nueva versión del mito de Teseo.

Marcial AMUELA y yo compartimos grandes ratos estudiando y también tomando cervezas. Imagino que Feyerabend debía de ser así, parecido a Marcial AMUELA. Otro gran apasionado de cine y filosofía.