Maribel

COSA

 

Samarcanda

´85

´89

498

             

 

Maribel COSA iba por el mundo como si no tuviera cuerpo: apariencia neutra, andrógina. Medidas corrientes de estatura, cintura… y vestimenta mediocre. Sin embargo aquella presentación gris en el mundo de la materia guardaba el tesoro de un intelecto por encima de la media.

No se daba pábulo ni quería llamar la atención. A Maribel COSA le gustaba camuflarse, que no se notara su existencia. Puede que incluso hubiera renunciado a tener y/o practicar el sexo porque resultaba un impedimento para la mente. Pero al fin ¿qué más da?… es una opción tan respetable como cualquier otra.

Maribel COSA era amigable y cercana, comunicativa, colaboradora. Formó parte del grupo que elaboró los temas para los exámenes de oposiciones al terminar la carrera, del que yo también formé parte. Ni qué decir tiene que sacó su plaza y llevará más de 20 años deleitando con filosofía a quienes caigan bajo su influencia.

Uno de los mejores ratos que compartí con Maribel COSA fue durante una excursión por Namangan. Íbamos en pandilla, también estaba Maika GRECA… paramos con intenciones de comer pescado en una tasca, cerca de un pantano. Nos trajeron ejemplares recién capturados y cocinados: crujientes, ya dorados. Con una apariencia inmejorable. “¿Dónde están los cubiertos?” –preguntamos con sorpresa. “Aquí no hacen falta” –dijo el hombre mientras colocaba las fuentes sobre la mesa. “¡Se comen a pellizcos!”

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
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