Maribel

LIMA

 

Samarcanda

´74

´99

499

             

 

Durante muchas noches de mi infancia fue motivo de anhelos y desvelos. Lo que suele decirse un vínculo de mi candidez con el futuro… Era mi vecina.

Yo intuía en la personalidad de Maribel LIMA un abismo, una llamada extraña y familiar desde una dimensión ignota. Alguna vez ella aparecía en mis sueños, vinculada a sensaciones aún por descubrir. En otras palabras, era el misterio de la feminidad llamando a mi puerta en un despertar hormonal que se prolongó unos años…

Pero sólo eso. Ningún vínculo más allá de la imaginación calenturienta. Jamás asomo alguno de que entre nosotros dos pudiera existir más relación que la de compartir el rellano de la escalera. Nuestras respectivas familias se relacionaban con la naturalidad propia de una casa de vecinos… Éramos del mismo barrio y similar extracción social, sólo eso.

Iban transcurriendo los años y cada uno de nosotros surcaba su respectiva existencia. A nuestra manera, ambos buscábamos el futuro. Maribel LIMA no era precisamente una persona intelectual ni dedicada a tarea alguna relacionada con ese mundillo que a mí me fascinaba progresivamente más… era sólo una persona normal.

Coincidíamos alguna vez en nuestros escarceos con La ofi, deambulando por el barrio con amistades comunes. En otras ocasiones, celebrar algún acontecimiento familiar incluía al otro… pero nada más. Así había sido desde que éramos muy pequeños. Resultaba algo natural.

Después llegó el definitivo distanciamiento. La bifurcación de los caminos que habían compartido por casualidad la misma planta de aquel portal de Francisco de Rojas, en Samarcanda

Maribel LIMA se vio arrollada por la experiencia determinante de convertirse en madre soltera. Aquello troqueló su futuro. Un anclaje a la realidad… con el amargo componente de la reprobación social[1]. Por fortuna consiguió un lugar seguro laboralmente hablando… yo le insistí con frecuencia para que opositara al ayuntamiento y finalmente obtuvo una plaza. Apareció Jesús Isaac Ref. Maribel LIMA y el conjunto acabó encajando en su vida… O su vida como conjunto adquirió un sentido de rompecabezas finalmente encajado, aunque con algún decalaje temporal.




[1] Aunque en aquella época, allá por el ’83, ya no era tan trágico.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
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