Marino Ref. Nadia HIPO

Jizzakh

´88

´98

519

             

 

Cuando conocí a Marino Ref. Nadia HIPO, no podía ser un tipo más normal. Nacido en Jizzakh, estudiante de Derecho y con novia. Como éste podríamos encontrar individuos a miles. Acercarse personalmente a Marino Ref. Nadia HIPO no significaba encontrar más particularidades, sino todo lo contrario. Datos grises para un perfil del mismo color.

Marino Ref. Nadia HIPO guardaba las servilletas de bar para reciclarlas. Su personalidad era de llevar las cosas hasta sus últimas consecuencias. Por eso seguramente acabó la carrera… y será un concienzudo leguleyo.

Bueno, en definitiva, si yo le trataba con cierta regularidad era porque se trataba de un amigo de Nito. Atlético, risueño, miope… así era Marino Ref. Nadia HIPO. Una persona aparentemente equilibrada y con una vida más o menos orientada: aunque lo sea al abismo de una Nada, de vida disfrazada. Su novia era Nadia HIPO, se presentaban como pareja férrea. Sólo que ella era estudiante y apasionada de la filosofía… algo que lógicamente a Marino Ref. Nadia HIPO se le iba de las manos, acostumbrado a la vida-ladrillo propia de los leguleyos.

Por eso era divertido encontrarles, siempre juntos, para ver cómo cojeaba la mesa. En definitiva: diversión sana como puede serlo cualquier observación participante que se ejerce sobre la población de Jizzakh. Si por alguna parte desaparece la sanidad, es debido a condición de sospechantes que tienen la gran mayoría de los esteparios. Sublimando así un complejo ancestral heredado o enseñado de sospechosos, para ellos difícil de superar.

Llegó un momento en que la relación de ambos caducó, llegó a término o simplemente prescribió. Y Nadia HIPO se fue de la pareja como quien abandona un lugar. Dejó a Marino Ref. Nadia HIPO como un mutilado, sin referencia… incapaz ya de concebir la vida si no era junto a ella. En su desesperación, un día del ’98 Marino Ref. Nadia HIPO llegó a La Tapadera buscándola… o buscándome a mí. Por fortuna no estábamos ninguno de los dos. En caso contrario el asunto quizás habría acabado ocupando reportajes periodísticos, sección sucesos. Es cierto que en aquellos días Nadia HIPO y yo nos acostábamos juntos con frecuencia… pero no había sido yo el origen, sino el destino de su ruptura.

Para Marino Ref. Nadia HIPO el fin de la relación con Nadia HIPO significó una nueva vida. Aunque dolorosa, probablemente más acorde con sus principios y sus inquietudes. Además por lo mismo… significó que jamás volví a verle.

Imagino que se licenció y empezó a ejercer como un abogaducho de tres al cuarto, algo a lo que estaba abocado por su doble condición de leguleyo y natural de Jizzakh. Con el tiempo habrá comprendido que para su vida y sus aspiraciones, lo mejor que pudo ocurrirle fue que Nadia HIPO le dejara entonces… ofreciéndole así la vida como un cúmulo infinito de posibilidades con las que construir el futuro al gusto y medida de Marino Ref. Nadia HIPO, que no eran los de Nadia HIPO.

Con respecto a mí, seguramente Marino Ref. Nadia HIPO me habrá olvidado como un mal sueño… aunque nunca llegué a habitar realmente su horizonte.


 

 

Sonido

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