Pablo

 

Zeus

 

´83

´85

574

             

 

Pablo Zeus apareció en mi vida formando parte del conjunto de aledaños que acompañaban al mundo radiopita. Por eso mismo desde el principio le vi con una especie de halo que le alejaba de los simples mortales. Su voz vivía en las ondas. Pablo Zeus dominaba el código Q y pertenecía[1] a un mundo que para mí había estado vedado hasta entonces: el de la radioafición.

Pero bien pronto Pablo Zeus cayó del pedestal en el que le había colocado mi ignorancia. En poco tiempo empecé a verle como realmente era. Un tipo basto, sin ningún tipo de cultura e incapaz de transmitir vivencias enriquecedoras. En una palabra: un destripaterrones. Violento, despreciable y de rostro hosco… por dar tres pinceladas que puedan ser suficientes.

Entre los productos de la pescadería en la que trabajaba, colocaba una pescadilla con auriculares, gafas de sol y un cigarrillo. La imagen alegraba mis mañanas camino de la Facultad de Derecho aquel ’84. En la vida de Pablo Zeus aquel gesto resultaba lo más cercano al lirismo de lo que era capaz. Entre sus rasgos estaba esa violencia inconfundible que caracteriza a los impotentes. A quienes les falta fuerza, coraje o decisión para sobreponerse a su condición inferior. Posiblemente se sentía inferior a las pescadillas mañaneras y con toda seguridad lo era. Sólo era el pescadero que quedaba para fostiarse con otros radioaficionados.




[1] Como si fuera algo de lo más natural.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
Todavía no tienes una cuenta? Regístrate ahora!

Entra a tu cuenta