Susana

 

Socióloga nata

 

´97

´98

 644

             

 

Hay ocasiones en la vida durante las cuales las circunstancias nos colocan inequívocamente en una situación de vulnerabilidad e indefensión. Es el caso de Susana Socióloga nata… al menos en la época que yo la conocí.

Estaba enamorada de Araceli del BALANCE, se declaraba abiertamente homosexual y además de forma militante: odiando a todo macho. Yo no iba a ser menos, claro, ni una excepción. Con mayor motivo porque esa actitud suya para mí no tenía la más mínima importancia, casi era digna de compasión: una razón añadida para que Susana Socióloga nata me odiara doblemente.

Susana Socióloga nata era estudiante de Sociología. Por este motivo llegaba a odiarme aún más, si cabe: puesto que yo había pasado por esa misma Facultad como alumno y finalmente la había premiado con mi ausencia. Susana Socióloga nata, además, era socióloga vocacional, con lo que esto invita a compadecerse de una persona en semejante situación. Se declaraba abiertamente como una socióloga nata, ante lo que mi respuesta no se hizo esperar. En aquel mismo diálogo y a la cara, le dije que para mí no era sino una socióloga desnatada.

Los puñales escapaban por sus ojos, el ambiente no dejaba lugar a dudas. No sólo me odiaba por aquel mote[1], también por haber renegado años atrás de lo que para Susana Socióloga nata significaba la razón intelectual, casi la religión de su vida. Tan pobre era ésta.

Además de todo aquello yo me había ligado a su amor platónico: estaba medio emparejado con Araceli del BALANCE y ante los ojos de Susana Socióloga nata nos regalábamos caricias e incluso, en el colmo de la afrenta… fuimos juntos a visitarla a su casa. Como puede comprenderse, todo esto junto significaba más de lo que puede soportar un alma atormentada por los celos.

Susana Socióloga nata y yo nos vimos cada vez menos, ya que no coincidíamos ni nos visitábamos (ni siquiera acompañados). Más que nada porque para mí encontrarme con Susana Socióloga nata significaba un rato divertido a costa de sus principios, que no me hacían ni cosquillas. Únicamente me motivaban para aguzar y exprimir el ingenio.

No descarto que Susana Socióloga nata tuviera algo que ver en la ruptura entre Araceli del BALANCE y yo. Finalmente supe que Araceli del BALANCE se había pasado al bando homosexual y sospecho que detrás de aquella decisión hubo una sombra ciertamente desnatada.



[1] Lo iba pidiendo a gritos su ego hipertrofiado.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
Todavía no tienes una cuenta? Regístrate ahora!

Entra a tu cuenta