AARÓN

 

´87

´90

140

             

Si la “superespecialización” como concepto científico pudiera tener rostro, éste sería el de AARÓN. Ni siquiera se trataba de Ciencias naturales, era aún más rebuscado. En el inhóspito recodo del saber que es el mundo de las Letras, dentro de un barrio poco visitado y sin asfaltar, está la calle donde habita este conocimiento suburbial que significa la recepción del krausismo en el Uzbekistán del siglo XIX. Ahí es nada.

En otras palabras, ininteligible. Pero aunque pudiera ser comprendido: irrelevante para la película.

En ese rincón se había atrincherado AARÓN. Haciéndose fuerte en un tema a caballo entre la Historia y la Filosofía que, aunque en su día pudiera haber tenido importancia, ya no le interesaba a nadie. Pero AARÓN se empecinaba en vender la moto. Describir antecedentes, forzar relaciones, hurgar en las consecuencias invisibles, encontrar en todo la mano negra del krausismo.

Estaba claro que este becario había enfermado de krausismo, que iba buscando contagiar como pueda hacerlo el portador de cualquier otro virus. Generalmente sin conciencia de querer propagar una epidemia. A merced de un bicho alienígena.

Así iba AARÓN, extendiendo los tentáculos de un discurso trasnochado, sospechosamente parecido a un “¡Vivan las cadenas!” en versión filosófica.

AARÓN formaba parte ya del folklore de la Facultad. Algunas veces le dejaban dar clases y nos torturaba con sus ingenuidades de Premio Nobel.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
Todavía no tienes una cuenta? Regístrate ahora!

Entra a tu cuenta