Araceli |
Cara apretada |
Bukhara |
´85 |
´88 |
165 |
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Araceli Cara apretada ostentaba rostro de habitante inofensiva: de esas personas que viven en un pueblo y dan la sensación de que todo cuanto ocurre es natural. No diré que es un colectivo resignado, sino que integra lo inevitable como parte de la vida misma. Como si las cosas no pudieran ser de otra manera o no mereciese la pena el esfuerzo para intentar cambiarlas.
A Araceli Cara apretada le encantaba reírse. Por lo tanto era el complemento ideal en los ambientes en los que hay alguien a quien le gusta hacer reír: ahí estaba yo, entre otros. Buscando la manera de escandalizar o encontrando paradojas hilarantes.
Araceli Cara apretada no estaba eclipsada por la personalidad de su hermano K-Tcha-Boss, sino que habitaba una franja diferente de la vida; respetando, independiente. Araceli Cara apretada era menos intelectual, más vital pero igual de alegre. Su risa franca y sus maneras amables eran proverbiales. Aunque no como mujer, me gustaba como persona. Siempre temí que algún día ambos temas se solaparan y todo se fuera al garete: como en esas ocasiones en que se apuesta al todo o nada y se pierde lo que se tenía… que entonces alcanza su verdadera dimensión, por irrecuperable.
Afortunadamente nunca llegó a ocurrir… puede que sólo fuera una percepción errónea de mi ego hipertrofiado. En mi recuerdo Araceli Cara apretada está en medio del campo y hay ropa tendida al viento. Entre risas y charlas amigables, más allá de todo tiempo.