Joao

Deportista

 

Brasil

´94

´96

 898

             

 

La mandíbula que enmarcaba el rostro de Joao Deportista, desmesuradamente cuadrada y grande, hacía que apareciera como un personaje extraño en cualquier ambiente. No sé, parecía como si Joao Deportista hubiera llegado de otro planeta, aunque sólo lo había hecho desde otro continente, porque procedía de Sudamérica: Brasil, más concretamente.

Charlar con Joao Deportista era desterrar inmediatamente aquellos pensamientos por descabellados, pues se trataba de un chaval risueño y amable del que podrían decirse muchas cosas, pero una de las más llamativas era la normalidad. A pesar de proceder del círculo de amistades de Marilyn Hermana, siempre lastrado precisamente por estar integrado por una buena pandilla de anormales: disminuidos en algún sentido, plenos de carencias que ni se empeñaban en disimular ni se esmeraban en combatir.

Pero Joao Deportista era diferente: resultaba un tipo agradable que reconocía sin complejos sus limitaciones, principalmente las relacionadas con el ámbito intelectual. No les daba mayor importancia, pues él se movía en otro plano de la realidad: el cultivo del cuerpo, la esfera física del ser humano.

Así que enseguida hacía derivar la conversación hacia su campo, aprovechando que siempre puede decirse algo relacionado con la salud y –por ende– con su tema favorito: porque Joao Deportista trabajaba en un gimnasio y le gustaba lo que hacía… así que las conversaciones con él siempre eran un poco resbaladizas: para buscar un territorio común, un terreno de no agresión y respeto mutuo mientras durase el encuentro. Su buen humor hacía que fuera fácil, aunque también es cierto que las conversaciones nunca se prolongaron más allá de cinco minutos.

A mí me parecía una lástima que una personalidad como la de aquel chaval, Joao Deportista, estuviera desperdiciada de esta manera… no sé, siempre tuve la impresión de que si se hubiera dedicado a otra cosa más intelectual tampoco le habría ido mal. En todo caso su especialidad era algo tan fungible como el cuerpo, lo que a mi entender resulta una pérdida de tiempo, pues me interesa más lo eterno.

Joao Deportista y yo trabajábamos diferentes planos de la realidad, sin duda; a pesar de ello nos caíamos bien. Imagino que en sus conversaciones con Marilyn Hermana yo no saldría muy bien parado, porque a ella le podía más la mala baba y la envidia hacia algo que consideraba inaccesible.


 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
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