Cuando conocí a Magdalena Ref. Seco Moco, ambos ya estaban separados. Lo que hasta entonces me tenía intrigado era por qué se habían separado, sobre todo tras haber nacido su hija. Pero después de conocerla ya me intrigaba lo contrario: ¿cómo había podido Seco Moco llegar a casarse con semejante chica?

No es sólo que Magdalena Ref. Seco Moco fuera de pueblo: esto a priori no significa nada. Pero además ostentaba su condición con una risa desganada y despectiva. No es que su pelo rubio no convenciera de su naturalidad ni a las cejas. Es que además ostentaba su melena como quien tiene un tesoro y le gusta deslumbrar al respetable. No es que las caries de su dentadura quedasen patentes en cada frase y cada carcajada… pero si las hubiera elegido, seguramente habrían sido iguales a como eran.

Seco Moco siempre contaba que le habían echado a tiros de la finca de la familia de Magdalena Ref. Seco Moco a raíz de la separación… Y a ella se refería despectivamente como la paquera.

Magdalena Ref. Seco Moco me hablaba con suficiencia, descaro e irrespetuosamente. Supongo que el hecho de ser amigo de su ex me colocaba en una situación de evidente precariedad frente a sus ojos… yo estaba devaluado, por definición.

Sobre la vacuidad de su ser no diré nada, porque salta a la vista. Con respecto a la hija de ambos tampoco diré nada: ni siquiera llegué a conocerla. Sólo espero por su bien que no haya cometido el mismo error que sus padres: pensar que todo el monte (de Venus) es orgasmo.