Siempre solíamos coincidir en la Facultad o en el Anillos: era lógico. Cecilio Lógica circulaba por la noche con la soltura que tienen esas almas de fácil conexión… risueño, ocurrente, de conversación entretenida: era lógico. Cuando le conocí ya estaba terminando su carrera, con la vista puesta en el futuro. Iba a preparar su tesis con MEJORO: era lógico, era de Lógica.

Cecilio Lógica representaba el caso indiscutible de que un filósofo puede[1] llegar a ser una persona normal… o al menos, aparentarlo en sociedad. Con Cecilio Lógica compartí buenos ratos de filosofía teórica, pero también práctica. Aprendí que vivir, aparte de ser una maldición, puede llegar a ser entretenido… incluso divertido. Gracias a su talante y sus saludos, la Facultad era más amable, porque Cecilio Lógica rezumaba buen rollo allí por donde pasaba.

Si yo hubiera sido celoso, habría desconfiado de las miradas cómplices que compartía con Araceli BRUMA cuando coincidíamos los tres alguna noche. Pero no lo era. De hecho me resultaba imposible concebir que alguna mujer no se enamorase de él o al menos lo pretendiese. Considero que Cecilio Lógica es todo un clásico: persona que deberían tomar como referencia para elaborar el molde de la Humanidad completa. Me habría gustado llegar a disfrutar de su mítica tesis… versaba sobre la negación y en su día la presentó con éxito. Era lógico.

[1] Si se lo propone y su naturaleza se lo permite.