José César

CERA

   

´83

 ´85

400

             

 

Cortado según el patrón clásico del alumno medio de Derecho, José César CERA hacía exámenes, tomaba apuntes, salía de cañas, bromeaba… Pero le faltaba el entusiasmo: ese hálito vital que se llama iniciativa o imaginación.

Para José César CERA la vida era una sucesión burocrática de acontecimientos, una “carrera de obstáculos” en la cual la carrera (de Derecho) sólo era un obstáculo más que había que superar para llegar a esa otra vida… Un conjunto de plazos y formas de funcionamiento. Algo que José César CERA ni se planteaba enfocar de otra manera, como tampoco que la vida pudiera ser otra cosa.

Si buscárais por Internet, le encontraríais como aquello que ya era en germen en su día. Registrador de la Propiedad. Algo así sólo es una pieza más en el engranaje llamado sociedad.

Puede que cuando yo le conocí, en el ’83, José César CERA tuviera cerebro. Pero puso todo su empeño en dejarlo por el camino… Bien enterradito para no preguntarse sobre la justicia social o el porqué del funcionamiento de una comunidad humana.

Contento, feliz sin duda de repetir el esquema que había heredado… aquél que para José César CERA había sido preparado. Dichoso porque muchos otros en su mismo caso sólo habían cosechado derrotas, o alguna forma de exclusión del lugar que se les tenía preparado. Muchos otros, en su caso, fracasados.

 

 

 

 

 

Sonido

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