Marihuano

Samarcanda

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509

             

 

El Marihuano era risueño y simpático, pero tan simple como el asa de un cubo… para utilizar una expresión de la época que viene muy al caso. Era el creador o al menos uno de los fundadores de una asociación para la defensa del cannabis en la Samarcanda de los ’90. El intento de reivindicar una legalización que era a todas luces imposible por múltiples intereses, entre otros los económicos y los políticos (¿acaso no son los mismos?). De ahí le venía el apodo.

Más allá de entrar a valorar polémicas, el hecho es que pertenecer a dicha asociación situaba al Marihuano en el límite de la legalidad. Por lo mismo, en el grueso de lo que podría denominarse la Samarcanda alternativa. Hablar con el Marihuano resultaba tan fácil como deprimente… al menos para mí. Siempre conversaciones superficiales. Si algo caracterizaba al Marihuano era la intrascendencia, porque mMás allá de fumar porros y/o emborracharse o intentar ligar… parecía que para el Marihuano el resto del Universo no existía o resultaba secundario.

Es cierto que su carácter inquieto hacía que siempre estuviera pensando o proyectando algo. Principalmente actividades relacionadas con el THC[1] y sus aledaños. Esto significaba: proyecciones de películas comprometidas con el tema, conferencias con personajes más o menos famosos, mesas redondas, conciertos… en general actividades culturales contestatarias y alternativas a lo establecido, en lo que se refiere al tema de las propiedades y beneficios de la marihuana. También, por ende, cualquier tema relacionado tangencialmente con ella.

Esto acababa convirtiendo al Marihuano en una paradoja. Alguien esencialmente inculto que terminaba apadrinando personas de la élite intelectual. Por ejemplo, hablaba de Escohotado con desparpajo, como si fuera intelectualmente su igual. Haciendo bueno aquel aserto de que la ignorancia es atrevida. De la purria al Parnaso sin pasos intermedios[2], como si esto fuera una más de las propiedades del THC.

Entre los espacios en los que desarrollaba su actividad la asociación del Marihuano se contaba La Gallina: un lugar contestatario por excelencia. Allí podía explayarse a su gusto el Marihuano. Era un territorio limítrofe entre la legalidad y la marginalidad, entre las buenas costumbres y lo socialmente reprobable. A pesar de pertenecer a la élite económico-empresarial de la sociedad, Dámaso Antiguo[3] había salido contestatario.

Ambos compartían ese interés por la cultura o contracultura. Seguramente a ambos les habría gustado pertenecer a una generación capaz de poner en tela de juicio a la sociedad entera con argumentos incontestables. Pero el cerebro del Marihuano no daba para más que unas rabietas en su vertiente social… que allí, en La Gallina, encontraban su lugar ideal.

Pero aparte de esto y de ser buena persona, el Marihuano no tenía muchas luces para las cuestiones económicas. Por eso cuando le surgió la posibilidad de hacer encuestas y ganarse un dinerillo, se apuntó al asunto y me invitó a participar. Yo me enganché con intenciones de conseguir alguna financiación alternativa para La Tapadera, que indefectiblemente hacía aguas.

Hicimos una excursión de madrugada[4], que finalmente resultó un fiasco. Aquella misma mañana en Romiton yo ya dije que no quería saber nada[5] y me desmarqué sin más del asunto, innegociablemente. No sé si el Marihuano finalmente participó…

Pero lo más aleccionador de aquella época fueron las sesiones de charla y cervezas con porros que desarrollamos por Samarcanda: en bares, por la calle, en La Tapadera… en el fondo de las lamentables sesiones anidaba un significado profundo: la incultura puede ser agradable y tentadora mientras es sólo un pasatiempo; pero inevitablemente arrastra hacia un abismo oscuro y sin posible escalera para ascender posteriormente. Tiene infinitos matices (marihuana, calimocho…) pero en su esencia late la tentación de la mediocridad.

Nunca llegaré a saberlo con certeza, pero es fácilmente intuible que tras semejante ausencia de cerebro se esconda un conservadurismo al más puro estilo burgués. En el fondo de toda la pantomima del Marihuano, aquel universo alternativo sólo era una forma más de lo establecido.




[1] Principio activo del cannabis o marihuana.

[2] Sin pasar por la casilla de Salida ni cobrar las 20.000 pts., que se decía en el Monopoly.

[3] Regentador de La Gallina.

[4] Coche por la estepa a las 8 de la mañana.

[5] No era más que una mierda disfrazada de subvenciones y blablablá.

 

 

Sonido

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