Fami |
Jizzakh |
´85 |
´90 |
327 |
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Eladio FARO, a quien llamaremos simplemente Fami por cuestiones familiares y por “simplificar la remesa de pamplina”[1], era un chico de Jizzakh que encarnaba a la perfección una extraña combinación de caracteres, muy típica de aquellos tiempos.
Era punk, como no podía ser de otra manera. Con unos apellidos de rancio abolengo y proveniente del Uzbekistán profundo, su carácter contestatario se lo exigía. Fami era una buena y cándida persona a partes desiguales.
Claro que alguna vez practicó la violencia… aunque más como pose que otra cosa. Seguro que estaba en los ficheros de la policía… pero no le vamos a juzgar por eso. Análogamente, ahora figura como informático en alguna web especializada. Tiene retoños y parece insultantemente feliz. Pero tampoco le juzgaremos por eso.
Si lo hiciéramos repetiríamos el mismo error que en su día cometió MAPAMUDO: suspender a Fami reiteradamente el examen de las Meditaciones metafísicas sólo por su aspecto.
¿Fami llegó a terminar la carrera o fue uno de los casos típicos, de imposible licenciatura por una asignatura atravesada? A estas alturas no creo que semejante detalle sea relevante… Seguramente a Fami ahora se la suda el curso de los acontecimientos. No sólo eso: es muy probable que se alegre de cómo han ido sucediéndose, a la vista de los resultados.
[1] Según frase al uso en la época, que hace referencia poética al “principio de la navaja de Ockham”. Alterna lo folklórico y lo contestatario con la verdadera esencia del concepto, “no multiplicar los entes sin necesidad”. Acuñada por Valentín Hermano, esta expresión aparece en diferentes escritos.