Martín

 

Ref. Lara Bellas Artes

 

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Martín Ref. Lara Bellas Artes tenía el envidiable y codiciado perfil de persona siempre alegre, despreocupado de problemas. Su forma de ser era así de positiva ¿para qué comerse el coco con problemas? Lo que hay es lo que hay… si se puede hacer algo para que haya otra cosa mejor, adelante: se hace, pero sin tragedias. A Martín Ref. Lara Bellas Artes podría achacársele que el planteamiento vital alejado de lo problemático, eso aparentemente tan positivo, esté basado en un cerebro vacío de contenido… probablemente sea cierto, pero ¿acaso convierte eso su vida en menos válida?

En otras palabras, Martín Ref. Lara Bellas Artes respondía al típico perfil que apuntaba la famosa afirmación de que “ser camarero no es una profesión, sino un estado de ánimo”. Martín Ref. Lara Bellas Artes era camarero a tiempo completo, incluso cuando salía de la barra, en sus horas libres. Habitaba infinitamente lejos de las cabezas pensantes que se agolpan tras la barra de los garitos al estilo del Capitán Geriátrico o El mesón de los espíritus… Para Martín Ref. Lara Bellas Artes el mundo se reducía a cosas más simples. La supervivencia, el placer o inquietudes directamente relacionadas con ellos.

Martín Ref. Lara Bellas Artes era un tipo cargado de buen humor, de vibraciones positivas… A su lado parecía que nada podía salir mal… pero si lo hacía, tampoco era para tanto. Un auténtico cachondo mental cuya cabeza estaba desierta de puñetas. No es de extrañar por lo tanto que conectara de manera tan afín con Lara Bellas Artes, quien durante mucho tiempo fue su pareja.

Cuando las respectivas obligaciones se lo permitían, paseaban alegremente sus sonrisas por las calles maracandesas agarrados del brazo entre las pandillas de estudiantes que suelen llenar esa geografía. Encontrarse con ellos siempre contagiaba buen rollo. Bromas y ocurrencias garantizadas… que aunque fueran superficiales, contribuían a pensar que el mundo es un lugar más amable de lo que aparenta.

Pues bueno, sí, ésa era la vida de Martín Ref. Lara Bellas Artes… Quizás hubiera algo más que sus aspiraciones a tomarse unas copas, fumarse unos porros, echar unos polvos y hacerse unas risas… pero si ese algo existía, resultaba intrascendente. Su papel era el de un buen camarero, ideal. No transmitir preocupaciones al resto de la Humanidad y comprender las ajenas, con charlas distendidas y quitándoles hierro a los asuntos. En cierto sentido (en casi todos) Martín Ref. Lara Bellas Artes era el camarero perfecto. Con su risa siempre a punto, coleta al viento y cara de muchos amigos.

 

 

Sonido

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