Nadia

Ref. Joaquín Pilla Yeska

Ghuzor

´86

´96

550

           

 

Físicamente nunca me atrajo. No sé por qué llegué al punto de exploración de sus fluidos, puesto que aquella escaramuza pudo acabar de cualquier forma: ¡suerte que no lo hizo!

Mientras Nadia Ref. Joaquín Pilla Yeska fue su novia todo iba bien. Era la típica chica insoportable que tiene ínfulas de intelectual porque estudia Psicología. Bueno, todos sabíamos a qué atenernos, no había problema… pero Joaquín Pilla Yeska y ella rompieron. Eso significaba que Nadia Ref. Joaquín Pilla Yeska empezó a circular como ente independiente. Para mis redes infinitas significaba una posibilidad más. En este caso… potencialidad que realmente se dio.

No sé si se trataba de que mientras era pareja de Joaquín Pilla Yeska ya me había evaluado como posible presa. Quizá fuera que aquella noche estuve especialmente ocurrente y se arriesgó a ver qué hacía yo en un caso extremo como aquél. También existe la posibilidad de que estuviera haciendo conmigo un experimento. Un trabajo para Psicología de la sexualidad, por ejemplo. Aquella noche sin embargo no trascendió.

Sólo conservo una sensación resbaladiza, como la que pueda tener quien está a merced de los elementos en un parque acuático y puede accidentarse en cualquier momento. Un peligro inminente, el flujo incontrolable de los acontecimientos que se le viene encima a uno de forma irremediable. Como diría Larry Brown “no me siento especialmente orgulloso de haberle metido mano a esa tía”. Ésta fue la sensación que me invadió y por tanto, como puede imaginarse, abandoné aquel paisaje para siempre.

No diré que salí huyendo, pero casi. Sentí vértigo, como si me fuera la vida en ello. Al menos me iba la forma de vida que yo quería o pretendía para mi futuro. En otras palabras: aquello era un peligro, con el agravante de que me había metido yo solito. Puede que fuese la última vez que nos vimos, porque en este sentido soy bastante cobarde.

Por tanto es probable que mi principal experiencia compartida con Nadia Ref. Joaquín Pilla Yeska fuera anterior. Aquella sí que había sido, declaradamente, un ejercicio para una de sus asignaturas. Un test sobre creatividad al que me presté sin cortapisas. Sólo hice algunas trampitas: elementos no cuantificables, que se salieran de los parámetros controlables por aquella panda de soplagaitas con ínfulas científicas. El test se lo contesté utilizando rotuladores de colores, así que introduje deliberadamente variables imposibles de ser computadas. Además de eso, el ejercicio me motivó para dar rienda suelta a mi creatividad[1], de manera que me estrujé los sesos hasta dar con formas de respuesta al test que no entraran en sus esquemas interpretativos.

De aquélla acabamos todos contentos. Ellos por tener un paradigmático ejemplo de creatividad. Yo por comprobar in situ lo fácil que resulta romper tan frágiles esquemas… y cómo esa panda de mentes calenturientas sólo son pajarillos indefensos que naufragan en el mundo del arte. Y Nadia Ref. Joaquín Pilla Yeska por haber cazado a lazo un ejemplar con cuya autopsia poder entretenerse. Diversión para impotentes.




[1] Era lo que pedía, ¿no?

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
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