Carmen Ref. Dolores BABÁ
  Kagan ´92 ´96 760
               
                       

 

Carmen Ref. Dolores BABÁ era muy poquita cosa, en cuanto a cuerpo y también por lo que se refiere a la personalidad: digamos que pretendía armonizar ambas cosas porque le habría parecido una estridencia tener mucho carácter con aquel cuerpo… como que según su punto de vista no se correspondía, vamos. Por eso la de Carmen Ref. Dolores BABÁ era una sonrisa tímida, como pidiendo perdón por existir ambas. Aunque su mirada no carecía de brillo, daba la impresión de ser una excepción entre las lágrimas que se adivinaban en su gesto. Quizás no la viera llorar nunca en realidad, pero Carmen Ref. Dolores BABÁ habita en un rincón discreto de mi memoria, desde el que su pelo ensortijado parece disculparse por haber llegado a existir alguna vez… incluso a nacer, diría yo.

No recuerdo de quién era la novia Carmen Ref. Dolores BABÁ, pero parecía ejercer aquel papel de una manera vocacional, casi entusiasta: ser pareja. Digamos por tanto que era un ama de casa en potencia, a la que sólo le faltaba el tiempo y la oportunidad necesari@s para dedicarse de por vida a una tarea tan gris como sacrificada; creo que la tendencia tenía como finalidad ante todo no tener que pensar y/o llegado el caso, obrar en consecuencia. Una variante de la tan conocida actitud que suele denominarse “miedo a la libertad”. Carmen Ref. Dolores BABÁ parecía encontrarse mucho más cómoda en un plano secundario de la vida, sojuzgada por un macho con la excusa de los sentimientos… que enfrentarse a sí misma y tener que tomar partido para decidir por dónde quería que discurriera el futuro de su existencia. Al menos esta era la idea que llegaba hasta mi cabeza cuando contemplaba a aquella pobre criatura llamada Carmen Ref. Dolores BABÁ, quien me parecía incapaz de enfrentar su propio destino y se parapetaba en la excusa del cariño.

Quizás me equivoco y Carmen Ref. Dolores BABÁ finalmente consiguió salir de la tumba que ella misma se había ido cavando con la dedicación, la paciencia y el esmero con los que una hormiguita va labrando el túnel de su hormiguero… quizás se volcó en lo académico: porque sí, aunque parezca incomprensible e incompatible con una personalidad como la suya, Carmen Ref. Dolores BABÁ era estudiante universitaria. De Filología inglesa, creo.

Algunas veces Carmen Ref. Dolores BABÁ y yo charlábamos largamente con la excusa de nuestras diferencias de criterios; por lo general, respecto a algún tema candente de su relación de pareja o de mis tiras y aflojas con Dolores BABÁ. Entonces Carmen Ref. Dolores BABÁsacaba a relucir su faceta más conciliadora, como poniendo en evidencia que para salvar, vale todo: flexibilidad, tolerancia, compasión…

El trasfondo que a mí me transmitía su discurso era un poco de incomprensión, lastrado quizás por esa tendencia que siempre me ha poseído: cuestionarme los dogmas e ir un poco más allá, sin axiomas, a la raíz.

¿Salvar? ¿Y por qué no plantearse previamente si merece ser salvado el objeto de nuestros esfuerzos o por el contrario es mejor dejar que sean las cosas que van sucediéndose las que acaben decantando la balanza hacia el final o la metamorfosis? Sin disfraces ni engañifas intermedias. Intervenir lo mínimo para favorecer aquello que resulta de la propia preferencia, sí, pero sin traicionar la naturaleza de las cosas, aunque no nos guste el resultado.

Por ahí sí que no pasaba Carmen Ref. Dolores BABÁ. Llegados a este punto, reculaba: se refugiaba en el búnker que la hacía invulnerable a las argumentaciones, igual que lo hace un avestruz. Como quien se refugia en casa durante el aguacero: incapaz de mojarse, perdiéndose así la belleza de la lluvia.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
Todavía no tienes una cuenta? Regístrate ahora!

Entra a tu cuenta