El centro del mundo

Tasca

 

Samarcanda

´80

´85

302

             

 

El centro del mundo era emblemático en los ’70, hasta el punto de constituir una manera de hacer las cosas. Un modelo, más que un establecimiento. Respondía a una mentalidad que pronto iba a quedar por fortuna superada: la oscurantista. Pero allá por el ’80 significaba un talante, una forma de entender el mundo resumida en cifras. Bocadillos de calamares a 11 céntimos de €.

Allí recalaban inmensidades de militares hambrientos: en aquella época aún los había, obligados por un supuesto servicio a la patria que sólo era explotación encubierta. Buscando comida casera y encontrando un pobre remedo de ambiente familiar que les arrancaba lágrimas de nostalgia.

Pero también se puso de moda entre los progres y fue su época dorada. Constituía todo un monumento a la vida alternativa… ésa que supuestamente venía de la mano de la democracia. Como se ha visto con el paso del tiempo, al fin: vanas ilusiones, espejismos desmesurados para ojos acostumbrados a minucias. Pero entonces El centro del mundo era un hervidero… de fritangas, mayormente.

Edificio antiguo, con un par de escalones en la entrada, pizarra anunciando sus manjares. Casi un monumento para los espíritus hambrientos. Sin embargo aquel nombre a mí siempre me ha sonado a tentáculo del centralismo. No sé, una especie de sucursal del imperio como concepto, pero en versión chapucera… doméstica, de andar por casa entre los pasillos de Uzbekistán.

¿Qué pintaba aquella demostración de la capital en medio de Samarcanda? Parecía más bien un reproche, una chulería: sin Tashkent, en Samarcanda nada. Tampoco tuve tiempo de investigar mucho, porque antes de que mi edad me permitiera interactuar con aquel local y su significado metafísico… a principios de los ’80 derribaron el edificio. Ahora sólo hay una casa normal en una ciudad impersonal. En su día llegó a ser casi un monumento, un símbolo: algo idealizado en las conversaciones de la época. Quedar algún día para comerse un bocata de calamares en El centro del mundo era casi un credo.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
Todavía no tienes una cuenta? Regístrate ahora!

Entra a tu cuenta