Yanira

Ref. Pedro COME

´94

 ´97

 698 MP

 

Yanira Ref. Pedro COME y Pedro COME habían llegado a un punto de comunicación ideal en todas las parejas humanas[1]. Ése en el que cuanto se dice lleva tal carga de lo que se da por supuesto, que cualquier cosa, por nimia que sea resulta un iceberg. Lo que se adivina bajo la superficie es infinitamente más grande que aquello que puede verse.

Uno de los más frecuentes ejemplos de esto se daba entre Pedro COME y Yanira Ref. Pedro COME a raíz de cualquier conversación intrascendente. Durante ella con toda seguridad Pedro COME hacía alguna de sus gracietas características[2]. Yanira Ref. Pedro COME, como forma de resumir y zanjar, decía sonriendo y dirigiéndose a Pedro COME: “¡Anormal!” A lo que él, tras chistar para llamar su atención, replicaba: “Anormal no, ¡extraordinario!”. Carcajada general, éxito de un gag que, a fuerza de repetirlo cómplicemente, pertenecía a ambos por completo, por igual.

Yanira Ref. Pedro COME era resolutiva, simpática, un poco arisca[3], inteligente y mona. Coincidimos los tres en Angren durante el curso ’94-’95. Pedro COME era mi compañero de piso, motivo por el que Yanira Ref. Pedro COME y yo coincidíamos con frecuencia. Ella resultaba una compañía agradable, de esas presencias sin prejuicios con las que cualquier cosilla parece fácil. Sobre todo conversar sobre múltiples asuntos, fueran académicos o no.

Pero una personalidad como la suya, para según qué receptores, resulta equívoca. Así ocurrió en la fiesta de fin de curso del Instituto Juan Montalvo en la discoteca de turno. A Víctor Panadero[4] aquella noche le llegó una inspiración especial. El alcohol le provocó algún tipo de alteración neuronal no controlada y se propuso morrearse con Yanira Ref. Pedro COME en plena discoteca y a la vista de todo el pueblo. También de Pedro COME. Ni siquiera contaba con la previa complicidad de Yanira Ref. Pedro COME, que por supuesto ni existía.

En el devenir cotidiano a Víctor Panadero ya se le perdonaban con frecuencia y se ignoraban infinidad de detalles que le acreditaban como imbécil, pero aquello estaba fuera de toda posible tolerancia. La maquinaria se puso en marcha, pues de lo contrario habría sido un precedente peligrosísimo para la futura convivencia de docentes en la comarca.

Así, la pobre Yanira Ref. Pedro COME (y de rebote también Pedro COME) se vio envuelta en un jaleo que no es deseable para nadie. Menos aún para ellos dos. Gilipolladas legales (expedientes, denuncias…) y agua de borrajas. Pero el mal rollo quedó sembrado para siempre.

Suerte que al año siguiente ninguno de los dos volvió por allí, imagino que ni siquiera de vacaciones. Después Yanira Ref. Pedro COME y Pedro COME se casaron, claro… aunque ella no quería, pero formaba parte de una promesa previa: si Pedro COME aprobaba las oposiciones y tenía plaza de profesor, lo haría.


[1] Sean de cómicos o de cónyuges.

[2] Muchas veces interpretables como hirientes, pero siempre hilarantes e inteligentes.

[3] Como debe ser siempre una profesora de inglés que se precie.

[4] Un alumno con más músculo que cerebro, que en condiciones normales era un gallito.

 

 

Sonido

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