Ignacia

AVIÓN

 

Takhtakupyr

´97

´99

362

             

 

Ignacia AVIÓN era algo más que una oriunda de Takhtakupyr estudiando Exactas, aunque también era esto… También algo más que una chica joven despidiendo mareas de feromonas a su paso, pero las incluía en su presentación cotidiana y agradable.

Podría decirse que lo poliédrico de Ignacia AVIÓN formaba parte de lo imprevisible y por eso mismo entretenido de su personalidad. Aunque era buena estudiante, siempre tenía un hueco en su agenda para charlar un rato o tomar una caña.

Generalmente yo veía a Ignacia AVIÓN por La Tapadera o en alguna de las actividades promovidas por la misma[1]. Pero colaboraba en múltiples cosas… además su condición de amiga de Marisa BARRA hacía que fuera habitual de Conde Drácula.

Si algo caracterizaba a Ignacia AVIÓN por encima de todo era su talante positivo y risueño. Predispuesta a la juerga como preferencia sobre cualquier otra actividad vital. Juerga en el sentido más espiritual de la palabra. Aunque tampoco abandonaba el sentido carnal… Era lo que se dice una cachonda física y mental.

Personalmente jamás tuve con Ignacia AVIÓN roce alguno de tipo erótico, a pesar de coincidir en infinitas juergas dentro y fuera de La Tapadera. Sin embargo, en la puerta de la habitación de su casa tenía un cartel que decía: “Señor, ya que hiciste con María el milagro de que concibiera sin pecar, ¿acaso no podría yo pecar sin concebir?” Junto a él, una foto en la que posaba con cara de virgen… durante una sesión fotográfica en La Tapadera, a la que se prestó.

En fin, toda una declaración de principios. Se correspondía con sus correrías nocturnas, su proclividad al consumo de cerveza y el efluvio de feromonas antedicho. Durante una de aquellas noches conoció a Jesús Manuel Ref. Ignacia AVIÓN. Era un chavalito que estudiaba aeronáutica. Hasta lo que supe, era su pareja formal. La última vez que les vi habían tenido no sé qué altercado con unos macarras a la puerta de un bar… Sin duda, problemas de interpretación hormonal por parte de aquellos orangutanes. En definitiva uno de esos episodios luctuosos que sirven para unir a las parejas o separarlas radicalmente. Por suerte para ellos dos, parece que se trataba más bien del primer caso.

La presencia de Ignacia AVIÓN siempre alegraba el ambiente. Era propensa a ver el lado positivo de las cosas… Tenía ese don que sólo poseen algunas personas. Por así decirlo: hacer de la resaca una fiesta en segundo plano… añadida a la fiesta misma. En lugar de aplanarse y apalancarse ante el desasosiego. Sacar fuerzas de flaqueza quiere decir esto, ¿o no?

Puede que sea característica de su lugar de procedencia, que por definición tiende a deprimir al personal. Quizás allí han aprendido a superar la situación para sobrevivir. Puede que incluso parapetándose en esa condición de supervivientes hayan llegado a encontrar la fórmula… el secreto de la supervida.

Con Ignacia AVIÓN podía contarse para casi todo. Además se apuntaba alegre y dispuesta a colaborar. Desde disfrazarse al estilo medieval y colaborar en las paradas que organizaba La Tapadera… hasta ser parte activa en los conciertos celebrados en el Idiota.

Era una de esas personas que cuando utilizan lentillas adquieren algo de estrabismo, lo que le otorgaba un punto añadido de belleza exótica. Junto con el efluvio hormonal que Ignacia AVIÓN iba regalando a su paso, ponía evidentemente cachondo a Paco Huevo Duro[2].

Por edad resultaba prácticamente imposible que llegaran a coincidir en algo más allá de las meras tonterías casuales[3], pero Paco Huevo Duro no perdía la oportunidad de lanzar globos-sonda típicos del macho con perfil de documental televisivo (por si caía algo).

Esto daba una sensación agradable, de trato distendido. Por lo general las respuestas y reacciones de Ignacia AVIÓN eran tan cachondas y resultonas como ella. En definitiva, ambientaban la atmósfera propia de La Tapadera con un aderezo de camaradería compartida. Añadían a los diálogos[4] un toque tan picante como el que poseen las especias exóticas. Mezclado con los cafés, las perrunillas y las paellas “entretenidas” con unas hojitas de marihuana[5]… constituían el menú ideal para desterrar el aburrimiento y llenar de risas el ambiente.



[1] Incluyendo el Idiota como extensión alcohólica de la asociación cultural.

[2] Otro de los habituales de La Tapadera.

[3] Aparte de que Paco Huevo Duro tenía su vida más que hecha junto a Marina Ref. Paco Huevo Duro.

[4] Tan imaginativos como humorísticos.

[5] Elaboradas por Cristian BARRA de vez en cuando.

 

 

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