Leonardo

   

Kagan

´94

´98

462

             

 

Leonardo Kagan se desplazaba por el mundo bajo la órbita de influencia tan grata a los de mi pueblo, tan arropadora. La que se movía alrededor de Los cuadernos del Soplagaitas y por extensión a la Escuela de Ingeniería de Kagan.

Leonardo Kagan era un tipo al que le gustaba ese ambiente porque se divertía con nosotros, le resultábamos una agradable fauna. Pero no escribía. Se limitaba a hablar de escritores aficionados y seguir las pautas marcadas por cuanto se movía a su alrededor: copas, chicas, juergas, risas… ni sabía lo que era el arte ni le importaba mucho. Para Leonardo Kagan sólo era un filón inagotable que le permitía salir de la mediocridad constante que dimana Kagan. Autocomplaciente, pero vacía.

Leonardo Kagan se movía entre nosotros, escritores imberbes, como alguien solícito y amable. Siempre presto a hacer favores o preparar ambientes, acontecimientos… Leonardo Kagan era una variedad del Polidori de Lord Byron, pero sin cultura literaria. Unicejo y risueño. Buen compañero de resacas y dispuesto a echar una mano… por lo tanto poco a poco iba haciéndose imprescindible, aunque[1] fuera difícil encontrar un tema de conversación posible con el que departir amigablemente.

A Leonardo Kagan eso le daba igual. No se sentía ofendido porque pasara el tiempo y no ocurriera nada. Para él… era lo natural.




[1] Fuera de cotilleos y tejemanejes de fiestas ad hoc.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
Todavía no tienes una cuenta? Regístrate ahora!

Entra a tu cuenta