Mónica

MIGAS

 

Qarshi

´92

´98

504

             

 

La casualidad me hizo conocer a Mónica MIGAS. Coincidimos en la caja de una tienda emblemática de material artístico en la Samarcanda de la época. Mónica MIGAS pagaba delante de mí y no tenía suficiente dinero para sus materiales. Mientras decidía qué dejar, me propuse como pagador/solucionador del asunto, aportando el dinero que le faltaba para saldar la cuenta. Ambos comprábamos materiales para hacer al día siguiente el examen de ingreso en la Facultad de Bellas Artes. Me agradeció el favor de palabra y allí quedó la cosa.

Después coincidimos en el examen. A la salida charlamos, me presentó a su novio Jesús Manuel Ref. Mónica MIGAS. Charlamos más, todos juntos, hasta conocernos un poco mejor. Era el ’92: allí empezó una curiosa amistad.

Mónica MIGAS era una chica de Qarshi, algo tímida y provinciana. Jesús Manuel Ref. Mónica MIGAS, su novio: afable, funcionario y anarquista. Formaban una pareja curiosa por lo socialmente comprometida. Mónica MIGAS se quejaba de lo dogmático que a veces resultaba Jesús Manuel Ref. Mónica MIGAS, por ejemplo no queriendo comprar coca-cola. Yo le entendía, claro… estuve 20 años sin beberla. Pero también entendía a Mónica MIGAS, más cercana al mundo del arte. Además de Bellas Artes hacía interpretación: teatro infantil y mimo.

Mientras preparábamos en común un guión sobre monstruos[1], al salir de la oficina de Correos, nos encontramos con un desconocido de ésos que parecen personajes de algún guión ajeno. No sé qué estaba diciendo yo en ese momento, quizá el tipo me conociera… el caso es que nos interrumpió allí mismo, sin más ni más, espetándome: “Sí, tú mucho hablar pero a la hora de la verdad, a la hora de hacer algo: nada de nada”. No pude replicarle, sin duda tenía razón. Toda práctica es poca para la justicia social. Mientras Mónica MIGAS se partía de risa, el tipo desapareció y no volví a verle jamás. Sin duda era la voz de mi conciencia.

Así quedó el asunto. Posteriormente Mónica MIGAS me ayudó en tareas de Bellas Artes. Me enviaba pigmentos con los que pude elaborar óleos caseros… y fotos de bodegones para hacer los ejercicios de la Facultad. También enseñándome a montar bastidores de andar por casa, reciclajes de sábanas… en fin, aprobando algunas asignaturas para ir trampeando mi currículum a distancia. Mientras trabajaba en Kagan o después, mientras viví en Zarafshon.

Hace poco encontré uno de sus cuentos mexicanos entre las páginas de la prensa anarcosindicalista… son las últimas noticias que he tenido de Mónica MIGAS.




[1] Que nunca llegó a terminarse por diferencias de criterio entre nosotros debido a la crítica política que yo pretendía.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
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