Orestes

RISA

Termiz

 

´93

´95

553

             

 

Orestes RISA era la carcajada escéptica y sana que invade la vida como una conquista pausada. Su principal filia era la marginalidad… quizá porque con su manera de hacer arte buscaba reivindicar formas alternativas de organizar el mundo, tan maltrecho por los conservadurismos.

Así se deslizaba Orestes RISA por la carrera, igual que lo hace el patinador sobre el hielo. Como si el talento fuera algo natural. Orestes RISA lo tenía para las Bellas Artes, ahí estaba en su terreno.

Unos cuantos años después he encontrado su nombre entre los infinitos pobladores del mundo de las Artes plásticas. Sigue siendo bueno. Orestes RISA pertenece, por así decirlo, a una generación vital intermedia (posterior a la mía) que posee una sutil diferencia. La mía con cerebro y con talento, pero cargada de impotencia. La suya, en cambio, habiendo dejado atrás ese lastre[1], volando por otro espacio. La suya: pletórica de talento, pero escasa de cerebro. Al menos de sentido común, algo muy propio de nuestra época.

Para que sea más comprensible, pondré un ejemplo. Una noche de copas, Orestes RISA y algún amigo, fascinados por las tartas de un escaparate y anteponiendo ese deseo de dulzura tan innato a todo sentido común… rompieron la vitrina para robarlas. Los cristales las dejaron inservibles, consiguiendo con su acto sólo una cosa: acabar con la utopía, cercenando el futuro y haciendo desaparecer la magia. Enseguida se dieron cuenta, pero ya era demasiado tarde.

Su generación era, a no dudarlo, la intermedia cuesta abajo. La siguiente ya no ha tenido talento ni cerebro[2]. Quizá por eso aún resuena en el interior de mi cabeza, en ese vacío de caverna la carcajada libre de Orestes RISA inundando todos los espacios, todas las dimensiones. Igual que podría hacerlo con una de sus geniales obras, con alguna de sus pinturas.




[1] Creerse responsable de una tarea que no se le permite llevar a cabo.

[2] Aunque les cuenten esa mentira complaciente de que son los mejores preparados de la Historia.

 

 

Sonido

ACTIVA EL SONIDO. Estas memorias tienen banda sonora
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