Araña

Pub

Samarcanda

´91

184

             

 

Tuvo tantos nombres que a día de hoy sólo recuerdo éste: el Araña era un local cercano a la zona caliente que era el cruce entre una plaza en la que había un cine y una calle empinada. Resultaba un lugar de paso entre los dos ambientes, motivo por el que parecía un sitio adecuado para poner un negocio: máxime cuando además estaba la otra zona que, ascendiendo hacia la plaza de Uzbekistán, hacía del lugar algo geográficamente idóneo.

Por eso allá por el ’91 Araceli BÍGARO se decidió a intentar el asunto hostelero… para eso convenció a Pi, un amigo de su pueblo de toda la vida: para que se mojara en el asunto como socio capitalista.

Así, durante varios meses estuvieron buscando un local… hasta que se decidieron por éste. Entonces estaba vacío, tal cual había quedado tras la construcción del edificio. Inmediatamente llegó el asunto del acondicionamiento: las obras. Era un sitio totalmente virgen, por así decirle a un almacén de escombros… presto a dejarse hacer.

Cuando finalmente consiguieron ponerlo a punto, ya pasado el verano del ’91 y empezaron a funcionar… resultó que las cuentas no salían. Impuestos, proveedores, materiales, falta de clientela… No sé exactamente cuánto tiempo aguantó abierto ni cómo se llamaba aquel garito. Como negocio, para Pi y Araceli BÍGARO resultó una ruina absoluta, sin paliativos.

Al poco tiempo, ya traspasado, volvió a abrir sus puertas al público con otros regentadores… ahora sí con el nombre de Araña: no dejaba de ser una cruel ironía, porque desde bien pequeña una de las principales fobias de Araceli BÍGARO precisamente habían sido las arañas. Para ella, por tanto, ahora encajaba todo: como una intuición ancestral que hubiera anidado desde siempre en su inconsciente, pero imposible de ser interpretada adecuadamente. Una auténtica encerrona del Destino.


 

 

Sonido

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